La gestión eficiente de los
activos intelectuales es fundamental para
acelerar la adopción de soluciones innovadoras y desarrollar nuevas tecnologías, productos y servicios a fin de abordar los retos sociales más acuciantes, como el de garantizar unas transiciones ecológica y digital justas, en consonancia con el objetivo de la
Nueva Agenda Europea de Innovación, teniendo en cuenta al mismo tiempo la
autonomía estratégica abierta de la Unión en materia de investigación e innovación
para frenar las dependencias y vulnerabilidades que afectan a nuestra industria.
De esta manera, la Comisión pone de manifiesto la importancia de elaborar un
plan de acción en materia de propiedad intelectual e industrial para apoyar la recuperación y la resiliencia, donde se destaque
la gestión de los activos intelectuales y de la propiedad intelectual e industrial para incrementar la competitividad de los países y de las empresas innovadoras de la Unión. Por ello, a través del
Programa InvestEU, quiere crear un mejor acceso al capital para las pymes y empresas emergentes innovadoras y un mayor efecto multiplicador de las inversiones privadas en I+i en Europa; también mediante la
valorización de los activos de propiedad industrial/intelectual y su consideración a la hora de evaluar las inversiones de capital, reduciendo así los costes de capital para las pymes. De esta manera, subraya que las
empresas emergentes y las pymes innovadoras deben adquirir más conocimientos sobre la detección, el desarrollo y la gestión estratégica de activos intelectuales.
Por todo lo anterior, acaba de publicar una
Recomendación (UE) 2023/499 DE LA COMISIÓN de 1 de marzo de 2023 por la que promueve la
gestión eficiente de los activos intelectuales y una
mayor colaboración entre la industria y el mundo académico para impulsar el rendimiento de aquellos sectores en los que las inversiones en investigación y desarrollo han disminuido en los últimos años, especialmente los que se han visto más afectados por la crisis de la COVID-19, como los sectores aeroespacial y de defensa, el automovilístico y el químico.
Alrededor del
20 % de la producción científica y tecnológica mundial se genera en la Unión. En las dos últimas décadas, las empresas innovadoras e intensivas en conocimientos que dependen considerablemente de activos intangibles para crecer han desplazado su enfoque hacia el
control de los activos intelectuales, tal como lo demuestra el fuerte aumento de la inversión en «productos de propiedad intelectual», que ha sido del 87 % en la Unión.
El objetivo de una
estrategia de gestión de activos intelectuales es crear una cartera de activos intelectuales valiosos que puedan gestionarse estratégicamente para ser utilizados a través de múltiples vías de
creación de valor, en particular al solicitar
financiación para la investigación, con el fin de
atraer y establecer colaboraciones en materia de investigación, aprovechando las oportunidades comerciales a través de la concesión de licencias, la venta o la creación de empresas.
Para
aumentar las oportunidades de
creación de valor y de
generar innovación social, es fundamental
valorizar el conocimiento mediante un control adecuado de los activos intangibles y el aprovechamiento estratégico de dichos activos; para ello, es fundamental los derechos de propiedad intelectual e industrial (como las patentes o los derechos de autor), y otros tipos de activos intelectuales, como las publicaciones, los datos y los conocimientos técnicos generados por los agentes de la I+i.
Se entiende "activo intelectual" todo resultado o producto generado por cualquier actividad de I+i (como los derechos de propiedad intelectual e industrial, los datos, los conocimientos técnicos, los prototipos, los procesos, las prácticas, las tecnologías y los programas informáticos) y por "gestión de activos intelectuales" al conjunto de
procesos estratégicos para gestionar los activos intelectuales en todas las
etapas de su vida, desde su creación hasta su comercialización, en particular: la determinación de los activos que puedan crearse o adquirirse, la evaluación de las ventajas técnicas, jurídicas y comerciales del posible activo, la toma de decisiones sobre las formas de protección disponibles, la determinación de la estrategia de comercialización y transferencia de tecnología, y la determinación de los mejores socios para su gestión, de acuerdo con el objetivo empresarial y la política de responsabilidad social de la organización.
Esta recomendación contiene aspectos clave para:
- Establecer una
estrategia para la gestión de los activos intelectuales.
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Gestionar de una manera estratégica los activos intelectuales en actividades conjuntas de investigación e innovación.
- Dar los
pasos adecuados de la creación de los activos intelectuales al mercado.
Más información:
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Código de buenas prácticas en materia de gestión de los activos intelectuales para la valorización del conocimiento en el Espacio Europeo de Investigación:
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Nueva Agenda de Innovación